Una aldea de Emaús

Te invitamos a leer la siguiente columna escrita por la periodista y colaboradora de la Pastoral UC, Julia Eugenia Martínez

UNA ALDEA DE EMAÚS

"No le conocí al caminar, ahora sí en la fracción del pan".

Julia Eugenia Martínez

Periodista y colaboradora Pastoral UC




Siempre la canción del peregrino que va por la calzada llamó mi atención y me gusta cantarla. Quizás por eso, cuando vi un letrero que decía Emmaus, cerca de Brighton en el sur este de Inglaterra, me interesó saber qué había allí. La sorpresa fue grande porque encontré una pequeña aldea que se sostiene con lo que unos regalan y otros compran. Hoy son más que tiendas de segunda mano bien organizadas, forman parte de una organización internacional que está en 36 países.


Todo comenzó en Francia después de la Segunda Guerra Mundial cuando el Abate Pierre, sacerdote católico que fue parte de la Resistencia, se vio enfrentado a buscar hogar para los que vivían en las calles de París. Necesitaban juntar dinero y él con sus companions/acompañantes se convirtieron en ragpickers/recolectores de desechos en las calles. Su lema era "ayudar a los que más lo necesitan".


Emaús en Brighton es una de las comunidades más grandes. Cuenta con 53 residentes que se preocupan por mantener las tiendas y el café. Los que allí están reciben un hogar y desarrollan habilidades que les permitan más tarde encontrar trabajo. Muchos de ellos tienen una historia de dolor y abandono, algunos estuvieron en la cárcel, otros cayeron en las drogas, y esta es su nueva oportunidad.


Esta comunidad tiene pocas reglas, pero está absolutamente prohibido el alcohol y las drogas; trabajan 40 horas a la semana y tienen dos días libres. Están ubicados donde había una mansión señorial del siglo XII de la que quedan restos de sus muros. Detrás de ellos, se construyó otra casa que ocuparon las hermanas del convento de los Pobres Siervos de la Madre de Dios. En 1996, todas las construcciones y jardines pasaron a convertirse en esta pequeña aldea de Emaús.


Los visitantes encuentran desde plantas hasta herramientas, vestuario vintage, los muebles más variados y en muy buenas condiciones. Es la calidad y los precios los que los hace ganadores, además los visitantes son acogidos por los mismos acompañantes. A uno de ellos le pedí que me tomara esta fotografía junto a la Big Gay Gull/la alegre gaviota gigante que fue construida por un grupo de voluntarios con trozos de madera que nadie quería.


Un personaje emblemático en esta organización de caridad es Terry Waite, actual presidente de Emaús Reino Unido. Su vida ha llenado muchas páginas y a los 81 años sigue trabajando activamente. En la última entrevista, le preguntaron qué recomendaría para enfrentar el encierro de la pandemia. Él estuvo 4 años secuestrado, encerrado en un subterráneo sin luz ni libros y pensando en que perdería la vida. Su recomendación fue muy clara “no dejarse estar, arreglarse todos los días, aunque no se vaya a salir de casa, conservar la dignidad y no circular en pijama: porque aún sin saberlo Jesús camina contigo”.


SOBRE TERRY WAITE

Terry Waite fue enviado a Beirut como mediador por la Iglesia Anglicana en su calidad de ayudante del arzobispo de Canterbury, Robert Runce. Había participado con éxito en la liberación de rehenes tanto británicos como norteamericanos en los años 80. Sabía que sus misiones eran riesgosas como declaró a los periodistas días antes de su desaparición “tratar con secuestradores es como andar en arenas movedizas”. Más de 90 rehenes extranjeros fueron secuestrados entre 1982 y 1992. Durante tres años no se supo nada de Terry Waite que se convirtió en “el mediador secuestrado”. Lo liberaron el 18 de junio de 1992 después de 1.763 días en cautiverio.