Un Abrazo para Chile, el proyecto que iluminó el Cerro San Cristóbal en un gesto de unidad

Actualizado: 8 de sep de 2020

El proyecto vistió a la Virgen del santuario con un juego de luces que entregaron un mensaje de multiculturalidad, tradición y unidad.


Hace un tiempo, unos jóvenes subían apurados el cerro San Cristóbal y pedían a la Virgen y al padre que la custodiaba un favor: querían bendecir sus camisetas para que ganara el Colo-Colo.


“¡Me ha tocado ahí en el santuario bendecir cosas increíbles!”, recuerda riendo el padre Carlos Godoy, director del santuario de la Inmaculada Concepción que corona el cerro. Y así como han pasado por ahí jóvenes futboleros, también han pasado deportistas domingueros, grupos de amigos, matrimonios, turistas, católicos y no creyentes; infinidad de personas con variados motivos para llegar, que, a través de las generaciones, han visto el cerro San Cristóbal y su Virgen como emblema de Santiago.


La que, de acuerdo al padre, ha sido un símbolo de veneración y acogida para cientos de chilenos, es un lugar ideal para transmitir un mensaje de unidad en las fechas que vive Chile. Con pandemia y crisis social de por medio, surgió la idea de intervenir artísticamente el lugar, y, tras una larga espera, el viernes 4 de septiembre la Virgen se iluminó de noche en un juego de luces que proyectó distintas aristas de nuestra cultura, terminando en un abrazo.


Este “Abrazo para Chile” contó con el trabajo técnico de Delight Lab, y estubo a cargo de Caleido Colectivo, un grupo de diseñadores y arquitectos que trabajan llevando la cultura a la ciudad.



Fernanda Larraín, diseñadora del colectivo, explica que la idea de intervenir la cumbre del cerro surgió hace tiempo, de personas particulares con la idea de entregar un mensaje de unión y esperanza.


“No habíamos podido realizarlo por condiciones sanitarias. Pero creemos que es un mensaje que tiene que llegar ahora. Un mensaje transversal, pero, a la vez, ligado a la fe.”


Mostraron a través de luces a Chile, su naturaleza, su gente, sus diversos ritos religiosos a lo largo del país, y después una veneración a la Virgen del cerro que se fue vistiendo del Carmen. Terminaron con un “abrazo”, que celebró a los héroes anónimos de estos meses, y entregó un mensaje de unidad en el mes de Chile.


-¿Por qué las luces?-

“Creemos en la importancia de la luz”, dice Fernanda, “la luz, como algo que acoge, que genera recogimiento, colores, que ilumina, como mensaje de esperanza y unión. Ese es el mensaje que queremos transmitir, a todos, transversalmente”.


Lo mismo piensa el padre Carlos.

“Veo el valor de iluminar a la Virgen con otros colores, con el deseo de abrazar. Que esto pase ahora, tiene un significado especial para Chile, en medio de una pandemia y de conflicto social. También la Vírgen quiere abrazar las realidades de dolor actual, de rabia de tantos jóvenes, de movimiento social. Ella no se quiere quedar atrás".



Mira cómo fue el evento en este link.


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