Oración por las vocaciones
Cada año, coincidiendo con el IV Domingo de Pascua, en el que se Jesús se presenta como el Buen Pastor, se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Cada año, coincidiendo con el IV Domingo de Pascua, en el que se Jesús se presenta como el Buen Pastor, se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Una propuesta de oración que, en medio de la crisis sanitaria a causa de la pandemia por el Covid-19, se celebra de manera particular.
Y es que, aun en la realidad que vive actualmente la humanidad y de las condiciones particulares de cada uno, Dios sigue invitándonos a seguirlo. Quiere que seamos felices y plenos, por lo que nos llama a seguirlo de cerca por el camino de la santidad porque “Él es santo” (1 Pe 1,16) y nos da su gracia para serlo nosotros también.
Todas las personas han sido creadas por Dios con un propósito y un fin. Dios ha querido para cada uno un proyecto único e irrepetible, pensado desde toda la eternidad: “Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré” (Jeremías 1, 5).
El Papa Francisco recuerda en Gaudete et Exsultate: “Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales” (GE, 14).
En el Mes Vocacional, rezamos especialmente por aquellas personas que sienten el llamado de Dios a dejar sus redes y seguirlo (Mt. 4, 20-22; Mc. 1, 18-20), para que el Señor les dé su gracia en el discernimiento y respuesta en libertad.