Corpus Christi, historia y reflexiones en cuarentena
Este artículo habla sobre el origen de la fiesta del Corpus Christi, que en Chile se conmemora el próximo 14 de junio, y presenta algunas recomendaciones sobre cómo vivirla en esta cuarentena.
Una fiesta para celebrar la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Este es el sentido de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo o, Corpus Christi. Se conmemora setenta días después de la Pascua. En algunos lugares se celebra el día jueves mientras que en otros, como es el caso de Chile, esta conmemoración se traslada para el domingo siguiente.
Es común que, durante esta fiesta, el sacerdote lleve la hostia en procesión en una custodia. Así los fieles salen a las calles para testimoniar su fe en el milagro de la transubstanciación que ocurre en cada misa. Es decir, que cuando el sacerdote alza la hostia y pronuncia las palabras que dijo Jesús en la Última Cena: “Tomad y comed… esto es mi cuerpo… haced esto en conmemoración mía” (Lc 22, 19 - 21), el pan deja de ser pan y se convierte en el cuerpo de Cristo. Y el vino deja de ser vino para convertirse en la sangre de Cristo.
Jesús instituyó en aquella cena con sus discípulos el sacramento de la Eucaristía y les dio el poder de hacer lo mismo en cada misa. Hoy, dos milenios más tarde, miles de sacerdotes alrededor del mundo (aún en medio del confinamiento y sin la presencia de fieles) siguen consagrando diariamente las especies de pan y vino.
Un poco de historia
La fiesta del Corpus Christi tiene sus orígenes en el año 1264, ya que más de un siglo atrás (1046) el teólogo Berengario de Tours comenzó a difundir su teoría que negaba la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Era necesario aclarar el carácter herético de dicha teoría. Por ello el Papa Urbano IV instituyó la fiesta del Corpus Christi con la bula Transiturus de hoc mundo, en la que dijo: «Es útil y digno que, en especial para confundir y refutar la hostilidad de los herejes, se recuerde la presencia de Cristo en el Santísimo Sacramento». El hecho que motivó al Pontífice de aquel entonces a instituir esta celebración fue el milagro eucarístico, ocurrido en la localidad de Bolsena, hacia el norte de Italia. El padre Pedro de Praga dudaba de la presencia de Cristo en la Eucaristía y por ello realizó una peregrinación a Roma para pedir volver a tener fe en ello. Mientras celebraba misa, cuando había regresado a Bolsena, en el momento de la consagración, la hostia comenzó a sangrar y manchó el corporal. La noticia llegó a oídos del Pontífice quien se encontraba en la vecina localidad de Orvieto y pidió que le llevaran allí el corporal. En la catedral de Orvieto reposa todavía este pequeño lienzo y pueden verse con claridad las manchas de la sangre de Cristo. Miles de fieles van anualmente a venerar esta reliquia y a pedir para ellos también una fe más profunda en la Eucaristía.
La fiesta del Corpus Christi fue muy acogida por la religiosidad popular y fue a partir de ese momento que se instituyó que el sacerdote alzara la hostia en el momento de la consagración. Santo Tomás de Aquino fue encargado de preparar los textos litúrgicos para esta fiesta. Él fue quien escribió himnos que luego se han convertido en cantos célebres como Pane lingua, Lauda Sion, Pains Angelicus, Adoro te devote y Tantum Ergo.
Una celebración diferente
Este año no habrá procesiones multitudinarias y paradójicamente, miles de fieles tendrán que abstenerse de comulgar o de adorar a Jesús en la Eucaristía justo en esta fiesta dedicada a la presencia real de Cristo en las especies del pan y el vino. Será un momento para estar conectados de otra manera, quizás viendo las ceremonias a través de los medios tecnológicos, meditando en textos que hablen de la Eucaristía (al final del artículo sugerimos algunos) o viendo videos sobre los milagros eucarísticos. Además del ocurrido en Bolsena, hay muchos otros milagros (en las localidades de Lanciano, Casia y Siena en Italia; em Chirattakonam, India ocurrido en el año 2001, en Santarém, Portugal o en Buenos Aires, Argentina en 1996) que han sido analizados por expertos, quienes no han encontrado ninguna explicación científica. Es un momento para que, como católicos podemos recogernos y aumentar en nuestra alma el deseo de recibir de nuevo recibir la Santa Comunión de la cual nos hemos privado por casi ya tres meses debido al cierre de las iglesias como consecuencia de la pandemia del Covid 19.
La fiesta del Corpus Christi, nos recuerda que “Jesús se ha convertido en nuestro alimento espiritual para proclamar la soberana dignidad del hombre, para reivindicar sus derechos y sus justas exigencias, para transmitirle el secreto de la victoria definitiva sobre el mal y la comunión eterna con Dios”, dijo San Juan Pablo II cuando visitó la catedral de Orvieto en 1990.
Libros sobre la Eucaristía para descargar:
La Eucaristía, misterio de comunión. M Gesteira Garza
Eucaristía, comunión y solidaridad. Cardenal Joseph Ratzinger
Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis. Papa Benedicto XVI
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharestia. San Juan Pablo II
Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima. San Alfonso María de Ligorio
Para ver el programa Café con fe dedicado al Corpus Christi, haz click aquí.