Consejos para tiempo de exámenes en cuarentena
Actualizado: 13 de ago de 2020
Incertidumbre, rutinas alteradas, presión en los estudios o el trabajo, y aislamiento social, son algunas de las secuelas de estos meses de cuarentena en el país. Te invitamos a leer esta nota, donde encontrarás algunos consejos para el autocuidado, que te ayudarán a poder sobrellevar este tiempo.
Se acerca el final del semestre, donde el cansancio se empieza a sentir con más fuerza y la presión de los estudios aumenta. Sumado a eso, la cuarentena por el coronavirus ha generado más de un cambio en la manera de llevar a cabo las labores diarias. Y es que, además de cumplir con las tareas que demanda la universidad, colegio o trabajo, también debe equilibrarse la vida en familia.
Dedicar un tiempo a todo esto puede convertirse en algo complicado; sin embargo, hay algunas estrategias que pueden aplicarse para gestionar mejor estas actividades.
La mayoría de ellas te ayudarán a largo plazo, por lo que, aunque no te hagan mucho sentido de manera inmediata, es importante ser perseverante. ¡Trata de recordar esto mientras leas los consejos!
Tip Nº1 : “Ajustar expectativas”
En internet y redes sociales abundan los consejos para poder enfrentar de mejor manera el contexto en el que estamos. En la mayoría se recalca la importancia de mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio todos los días y dormir al menos 7 u 8 horas diarias.
Sin embargo...¿Qué pasa cuando no es posible cumplir con estos consejos? O peor aún, ¿qué pasa cuando podemos cumplirlos, pero no tenemos las ganas ni el ánimo? ¿Qué sucede cuando, a pesar del confinamiento, mantenemos altas exigencias en la universidad, extensos horarios de trabajo y/o debemos cumplir con un sinfín de responsabilidades?
En primer lugar, tranquilidad. Un consejo esencial es ajustar las expectativas e incorporar hábitos saludables de manera paulatina a nuestra rutina.
No nos sobre exijamos respecto a la manera en que tenemos que vivir nuestra rutina en confinamiento; no nos obliguemos a cumplir con todo tal como lo hacíamos antes. Es normal estos días sentirse con menos energía, por lo que si amaneciste con desánimo, con dolor de cabeza, o no dormiste bien, etc. debes parar ahí, prestarle atención a lo que te está ocurriendo y hacerte cargo de eso.
Lo importante es dar pequeños pasos, cumpliendo metas diarias que sean alcanzables.
Para eso, tener metas diarias, semanales y mensuales te ayudarán a avanzar en tu vida de fe, en tus lecturas, estudio y en tus responsabilidades a través de tareas específicas a cumplir, en un tiempo y espacio concreto.
Tip nº 2: La importancia de mantener una rutina diaria
Ante el hecho de tener que permanecer en casa, muchos especialistas destacan la importancia de contar con una rutina diaria para mantener el orden mental y la sensación de normalidad. Esta ayuda a aumentar la sensación de control y predictibilidad.
Se hace hincapié a intentar acostarse todos los días a la misma hora, intentar respetar horarios fijos de trabajo, estudio y descanso, preocuparse de comer en intervalos regulares de tiempo, entre otros.
Conservar una rutina habitual es muy importante. Pero no solo se trata de cumplir con horarios, sino también de pensar en aquellas cosas que antes ocupaban tu jornada, o esas actividades que antes gozabas y que aún en este contexto puedes seguir haciendo, como por ejemplo: hacer deporte, hablar con tus amigos, tocar un instrumento, leer y cocinar, entre otros.
Puede ser algo sencillo, con horarios, que te ayuden a anticiparte a hechos y mantenerte activo. Si no tenemos las actividades del día ordenadas en un horario medianamente regular, es muy fácil que pasen los días y sin darnos cuenta no logremos asegurar un espacio en nuestro día para preocuparnos de nuestro bienestar.
Este punto también es aplicable a nuestra vida de fe, estar en nuestras casas es una oportunidad para encontrarnos con Cristo, pero si no somos conscientes de ello, es muy fácil que nos sintamos alejados dado que hemos perdido muchos ritos que nos permiten vivir nuestra fe (ir a misa, sacramentos, comunidades de fe, etc). Es por eso que te recomendamos tener un propósito diario, semanal y/o mensual, e ir marcando tus avances día a día. Acá te dejamos una plantilla que puedes descargar para imprimir.
Tip Nº 3: Los hábitos
Sin sobre exigirnos, es importante ir habituándonos de a poco a esta rutina que mencionamos anteriormente. Esto hará que nos esforcemos menos por tener hábitos mejor y más saludables, ya que se van incorporando de manera paulatina, pero consistente a nuestra vida diaria.
Así, podremos evitar algunos de los factores de riesgo que pueden presentarse en un confinamiento, tales como: Alimentación poco saludable, exponernos a grandes montos de estrés, problemas para dormir, aislamiento y sentimientos de soledad, mayor riesgo de tabaquismo y consumo de sustancias, pérdida de espacios significativos, y sedentarismo.
Como muchos de estos factores son mutuamente influyentes, si logramos tener pequeñas rutinas, estaremos generando un círculo virtuoso que nos permitirá enfrentarnos a un nuevo día de manera diferente.
En el ajetreado ritmo de vida que llevamos, incluso en confinamiento, elementos como el descanso, el ejercicio de nuestra vida espiritual y compartir con nuestros seres queridos pueden pasar a un segundo plano, por lo que es importante protegerlos, guardando aunque sea pequeños momentos en el día para ellos.
Una estrategia muy útil para esto es enfocarse en el día a día y proponerse "sólo por hoy" cumplir con un buen hábito, hasta que éste se haga más familiar y nos ayude a marcar pautas cotidianas. Para ello, podría ayudar partir el día con una oración como el decálogo de San Juan XXVIII.
Pequeñas estrategias te ayudarán a enfrentarte al día de manera totalmente diferente. Aunque tú no notes la diferencia, tu cuerpo sí lo hace. Para eso, puedes hacer tu propia lista de "Sólo por hoy". Desde luego, si sólo por hoy soy capaz de cumplir tres o cuatro de estos mandamientos, y si mañana repito alguno de ellos y cumplo alguno más, y pasado mañana me apropio de otros dos o tres, terminaré teniendo la suficiente serenidad para ir cumpliendo mi oficio y ser feliz.
Tip Nº 4: Mantener la vida en comunidad
Si consideramos que los seres humanos somos seres sociales, cobra sentido pensar que el aislamiento puede tener serias consecuencias en nuestra salud mental.
Destinar algunas de nuestras actividades diarias para realizarlas en comunidad, puede ayudarnos a construir juntos esperanza.
Al no poder reunirnos del modo tradicional, podemos intencionar reuniones como: grupos de estudio, comunidades de oración, o incluso clubes de dibujo online o de lectura, entre otras alternativas. Lo importante es reunirnos con personas aprovechando las bondades de la tecnología y así compartir un momento juntos. A su vez, es importante valorar la comunidad con la que vives (familia, pareja, amigos): compartir con ellos y fortalecer los vínculos.
Tip N°5: enfrentar los desafíos con creatividad
Es probable que en este tiempo estudiar sea un mayor desafío que antes. Existen mayores distractores y la productividad muchas veces disminuye, lo importante es buscar estrategias para lograr cumplir con nuestros desafíos.
No luches constantemente con lo que está pasando, sino que mejor intenta reconocer qué cosas te son más difíciles ahora y buscar nuevas soluciones y estrategias. Por ejemplo, si te das cuenta que te estás demorando más en leer un texto, es importante planificar y destinar más tiempo a eso. Si te cuesta concentrarte producto del ruido que hay en tu casa, prueba usando audífonos o tapones. También, es importante que hables con tu familia y pidas ayuda para que guarden silencio en los momentos que más lo necesitas, como cuando vas a rendir una evaluación.
Por último, define qué cosas son importantes para priorizar tus tareas. Como dijimos antes, no te sobre exijas, está bien decir que no a algunas cosas a veces.
Esperamos que estos tips te ayuden en estos momentos difíciles, recu