Celebrando a la Chinita de Andacollo

Entre los días 23 y 27 de diciembre la localidad de Andacollo, en la IV Región, se viste de fiesta y se llena de colores, bailes y música, todo esto para celebrar, en la denominada Fiesta Grande, a la querida Virgen de Andacollo. Te invitamos a conocer más sobre esta celebración y su devoción.

Orígenes de la Devoción


Todo comienza en el siglo XVI, cuando después de la destrucción de La Serena, los españoles de esa localidad huyen rumbo al sur en busca de refugio, llevaban con ellos una imagen de la Virgen. En su trayecto se encuentran con un pequeño asentamiento indígena de origen Molle, con influencia incaica, entre las montañas. Aquí deciden esconder la imagen entre las quebradas y seguir su camino al sur.


Tiempo después, una familia indígena partió a las quebradas en busca de leña, cuando apareció “medio oculta, una pequeña estatua de madera toscamente labrada, de tez morena, pero de gracioso rostro. Aquella aparición no podía menos que llenarlos a todos de admiración y de sorpresa” (1).


Cuenta la leyenda que uno de los integrantes de esta familia, llamado Collo, habría escuchado una voz celestial que le decía “Anda, Collo, invita a tu pueblo a conocerme y a conocer el verdadero Dios” (2) .


Lleno de asombro, decide tomar la imagen y llevarla a su pueblo, quienes comienzan a adorarla. Es así como paulatinamente el culto se fue extendiendo, hasta que cerca del año 1580 la autoridad eclesiástica decide levantar una capilla a cargo del padre Juan Gaitán de Mendoza.


Desde ese entonces y con el paso del tiempo, miles son las personas que han llegado año a año al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo a celebrar a la Chinita.



La fiesta a la Chinita de Andacollo


Qué mejor que conocer sobre esta fiesta y su devoción, desde la voz de uno de sus protagonistas, es por eso que hablamos con el padre Adam Bartyzol, de origen polaco, quién es el Rector del Santuario de Nuestra Señora de Andacollo desde el año 2018, quién nos cuenta sobre la fiesta, su tradición y devoción e invita a celebrarla en nuestras casas a través del Facebook del Santuario (haciendo click aquí)


¿Cómo describiría esta fiesta?


Es difícil hablar sobre la fiesta de la Virgen de Andacollo; pues, siempre queda algo más para contar, algo más que explicar y uno se queda insatisfecho, con el deseo de que todo el mundo viva lo que un peregrino vive presencialmente en el Santuario de la Chinita.


Su fiesta se vive y se experimenta. Su fiesta se “toca” y “respira”. Por eso hay que venir a Andacollo y “quitarse las sandalias”, porque la tierra que pisas es sagrada. Por eso hay que subir personalmente a la Montaña, donde sientes que estás más cerca del cielo, y no solamente por el hecho de que estás en la altura…


Los mismos peregrinos, que acuden a la casa de la Virgen todos los días durante el año, hacen la vida del Santuario. Aquí presentan a la Virgen sus intenciones: los enfermos piden por su salud, los agricultores rezan por la buena cosecha, los mineros suplican la protección, las madres imploran por sus hijos, los pololos ruegan por el amor y felicidad… Todos encuentran aquí la comprensión y se quedan consolados. Los creyentes refuerzan su fe y los nos creyentes, se quedan asombrados por la “magia” del lugar y de los testimonios vivos de los devotos de la Madre.


¿Cuáles son los momentos más importantes que se viven durante esos días?


La Fiesta Chica y la Grande tienen su entorno, su forma y ritmo. Normalmente se realiza en cuatro momentos principales: la Novena, el Traslado de la sagrada Imagen de la Virgen, la santa Misa y la Procesión.

  • La Novena: son nueve días de retiro espiritual que preparan para la Fiesta. La lleva un sacerdote que en su prédica se concentra en los temas sobre la Virgen Santísima. La idea es, “refrescar” nuestra devoción y estar disponible para festejar plenamente un gran día de la Virgen.


  • El Traslado de la Imagen: En la vigilia de la Fiesta se prepara la Imagen de la Virgen con el cambio de su ropa. Es un momento de mucha emoción porque introduce directamente a los peregrinos en el clima de la Fiesta. Luego, con el acompañamiento de los Bailes religiosos y todo el pueblo, se traslada la Imagen desde el Templo parroquial hacia la Basílica menor, donde se concentran las celebraciones del día siguiente. El Traslado es muy solemne: bailarines bailan, sus bandas tocan los instrumentos, los peregrinos aclaman el nombre de la Virgen… Todo el mundo sigue el anda que llevan los anderos, con sus pasos lentos y majestuosos. El Traslado termina con un acto de homenaje a la Virgen y una bendición.


  • La Eucaristía: Para muchos peregrinos el día de la Fiesta comienza muy temprano, antes del amanecer. Algunos caminan toda la noche para llegar al momento de abrir la Basílica y ponerse de rodillas delante de la sagrada Imagen. Así permanecerán, con sus oraciones y afectos hasta que empiece la santa Misa, presidida por el obispo. Es un acto solemne y culminante que orienta a los devotos de la Chinita a su Hijo Jesús; María no es centro de nuestra fe, aunque está en el centro. Varios de los peregrinos se preparan para este momento con la confesión. Antes o después de la Eucaristía, aprovechan para presentar sus intenciones junto con la simbólica vela que prenden en la Gruta de la Luz.


  • La Procesión: Las fiestas terminan siempre con una solemne procesión. Todo el pueblo, junto con los sacerdotes, religiosos, religiosas y los bailes religiosos, hacen un recorrido por las calles de Andacollo y manifiestan su cariño y amor a la Madre de Dios.


¿Cuál fue su primera impresión de la fiesta y que le llama la atención de la religiosidad popular chilena en estos 14 años viviendo en nuestro país?

En la religiosidad chilena llama la atención el aspecto mariano que tiene su matiz muy peculiar, comparado con otros pueblos. Su forma es muy “fuerte y expresiva”. A un europeo, como yo, esa religiosidad le parece incluso a veces un poco “exagerada”. Sin embargo, en el fondo se trata de una postura llena de sentimientos y afectos que son como una base de fe de las personas, familias y comunidades enteras.


Al encontrarse con este fenómeno, uno queda un poco “estremecido”, puesto que vivimos en el mundo de esquemas y organigramas, teclados y pantallas; el mundo de distancia, del olvido y egoísmo. Y la devoción mariana es justamente una contradicción de este estilo y forma de vida cotidiana. La ternura, el cariño, la entrega y la confianza son elementos que rellenan la relación espiritual de los creyentes con María, como un eslabón en la relación con el Padre Dios.


A Ella le hacen compañera de vida y confidente. La ven y sienten como una Madre, con quien hay que compartir las cosas, preocupaciones y expectativas. Pero igual te das cuenta, que no todo es tan “limpio” y “sagrado”. Esa fe muchas veces se mezcla con el miedo, conciencia de cumplimiento y la tradición. No hay duda que para sus devotos la Virgen es milagrosa, pero al mismo tiempo “cobradora”. Por eso, en el amor y cariño que le tienen, está presente a veces una pizca de temor. Pero prevalece siempre una relación filial, una cierta intimidad y confianza de niño. Siempre me llama la atención la conducta de las personas maduras, sobre todo, de los varones, que vienen a los templos y expresan su fe en las oraciones con voz alta, besan la tierra o piso, piden la bendición, inclinando su cabeza, con el gesto de humildad y entrega.


¿Cuál cree usted que son las razones por las cuales esta fiesta ha sobrevivido al paso del tiempo y ha sido transmitida por generaciones?


La profunda necesidad sociológica y natural de tener la madre siempre al lado, que te da la vida, te acompaña y protege, es la primera razón, me parece, por la cual, la fiesta de Andacollo (y otras fiestas marianas en Chile) ha sobrevivido al paso del tiempo y ha sido transmitida por generaciones. Los chilenos son, como lo expresa muy bien un chilenismo, inmensamente “mamones”, en el sentido positivo de la palabra; es decir, necesitan la presencia física y espiritual de la madre. Sin ella, no hay vida…

Pero hay otro factor, según mi parecer, que salva las fiestas marianas de Andacollo: la tradición. La tradición se hace un elemento protector e inspirador, a la vez en la transmisión de fe y devoción mariana. Existen unas prácticas de los devotos de la Virgen que permanecen incambiables desde siglos y se las transfiere como intocables. Aquí vale la pena mencionar a los mismos bailes religiosos con sus tradicionales vestimentas, pasos, ritmos y formas de bailar.

Los antepasados inculcaron a sus hijos algunas prácticas religiosas que repiten sin cuestionar y las cultivan como una reliquia, la más sagrada. Por ejemplo, muchas familias pasan la Navidad en Andacollo todos los años, dentro de la Fiesta Grande. De esta manera, los niños y nietos de los peregrinos “identifican” los villancicos con los cantos marianos; la cena navideña se hace dentro de la carpa y los olivos del parque del Santuario se convierte en el árbol de Navidad. A nadie le parece extraño este panorama, nadie reclama, y todos esperan lo mismo cada año, como una forma de cerrar un ciclo.

Pero el factor más importante y fundamental de la perseverancia de la devoción mariana durante todos los siglos, es la fe; la misma fe en Dios y en su amor y misericordia.


¿Cómo ha visto la tradición y cómo describiría la conexión de los fieles con la imagen de Nuestra Señora del Rosario?

Los fieles lo expresan y manifiestan constantemente, peregrinando al Santuario. Ni me imagino, cuantas oraciones escucharon las paredes de estos templos durante su historia; cuántas súplicas se elevaron hacia la bóveda del camarín, donde se encuentra la imagen de la Virgen; cuántas rodillas tocaron los pisos del templo parroquial; cuantas velas se quemaron en la Gruta de la Luz… Aquí el peregrino pide y agradece… Tienes que estar siempre dispuesto a dar la bendición que solicitan las familias que llegan de cerca y de lejos. Algunos inclinan las cabezas, otros se arrodillan… Hace un par de días, un viejito tocando el manto de la Virgen, lloraba y me confesaba que regresaba a su casa como un recién nacido de felicidad.

Pero para saber qué sienten y cómo se sienten los peregrinos en el Santuario y que conexión tienen con la imagen de Nuestra Señora del Rosario, hay que escuchar sus deseos de regresar de nuevo; estos deseos expresan de todo…


En el contexto que estamos viviendo y dado que el año pasado tampoco pudieron llevar a cabo la celebración por la contingencia, ¿Cómo van a celebrar este año y qué invitación haría para vivir la fiesta desde las casas?

Este año ha sido difícil, muy difícil, para todos; para el Santuario también. Es la primera vez en la historia que los templos del Santuario estaban cerrados para los feligreses durante varios meses. Hoy día los peregrinos ya pueden ver la Imagen de la Chinita y rezar dentro de la iglesia.

Sin embargo, tuvimos que celebrar la Fiesta Chica de forma online, excepto la Misa principal que presidió nuestro Arzobispo, don René Rebolledo, pero con las puertas cerradas del templo.

La Fiesta Grande se organizará de la misma manera. Esta vez la Virgen visitará nuestras casas y nuestros hogares se convertirán en unos pequeños santuarios. Se invita a la gente que dedique un tiempo, como familias, para participar en las celebraciones transmitidas en las redes sociales: radios, la televisión local y varias plataformas digitales, sobre todo la página de Facebook del Santuario.

Se invita especialmente a participar en un Traslado simbólico de la Imagen de la Virgen, que vamos a transmitir el día 23, después de la Misa final de la Novena. Con este acto entraríamos oficialmente en la celebración de la Fiesta de este año 2020, la cual viviremos como una Jornada de oración del pueblo que vive con esperanza.

Aunque no podemos estar presentes en la “tierra sagrada de Andacollo”, no podemos bailar, no podemos cantar junto con el coro, no podemos tocar los objetos sagrados, no podemos caminar entre el bosque de banderas y estandartes, pero igual llegaremos a nuestro verdadero Belén de nuestras vidas, para recibir a nuestro Salvador, a Jesús, Hijo de María, a pesar de las dificultades y problemas que produce la pandemia. Ya no estaremos solos…

Los invitamos a seguir las actividades de estos días de celebración, en el facebook del Santuario ( haciendo click aquí)

Que la Navidad de este año y la Fiesta Grande de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo sea un tiempo de alegría y esperanza para todos.